29 de septiembre de 2013

Historia de replay

Escuchar la radio a todo volumen en un viaje en ómnibus puede ser dantesco. Escuchar un informativo central de televisión una aventura de ciencia ficción. Quien iba a predecirlo hace 15 años. Oír a un cronista hablar de una imagen que no ves. O que relate literalmente lo que los televidentes están viendo, es como ponerle mute al control remoto. Para escuchar las noticias en radio desde siempre -hace casi un siglo-, estuvieron los informativos. Forma parte de las funciones del medio radial. El slogan es para que no te pierdas (de ver) las noticias. La tele tiene varias ediciones diarias. Los informativos radiales van cada media hora. Todos los medios electrónicos cuentan además con sus respectivos portales en internet. Imposible que te pierdas algo. ¿Cuál es la razón? Llenar horas de aire con insumo nulo en recursos humanos: informativistas, redactores y movileros que, sin embargo, aparecen en pantalla registrando las entrevistas que después saldrán al aire.  
A la hora del prime time televisivo abierto y por abonados, el de mayor competencia, cuando la mayoría de la gente regresó a su casa, las radios ponen al aire REPLAYS. Reiteran los programas de la mañana por si la gente se los perdió. Una buena idea para los fines de semana cuando los oyentes están más distendidos, no en las noches de ese mismo día; los fines de semana los pasan igual, otra vez. Queda en evidencia que hay mucho aire para llenar y pocos contenidos. Hay gran carencia de ideas, de producción, de propuestas creativas que realcen los espacios nocturnos EN VIVO, a lo largo y ancho del dial, ya sea en AM como en FM.
Aparte de poner al aire sobre todo los programas periodísticos matutinos, la mayoría de los cuales cuentan además con esos mismos audios (y en texto) en sus correspondientes sitios web. Hasta se rellenan horas con programas de la talla de Alejandro Dolina. No está nada mal emitir un compendio los fines de semana. El programa del Negro sale a la medianoche. Desde su pase de radio Continental a Del Plata AM, no sale en directo desde Buenos Aires. Uno no sabe a ciencia cierta de qué día es el programa. Ni que hablar ahora cuando se produzca el cambio de hora.

Hay mucha gente de radio con notoria trayectoria sin aire. Sin contar los egresados de ciencias de la comunicación en radio que realmente tengan proyectos viables. Cuantos productores con ideas en carpeta también. Sin embargo las empresas no arriesgan a invertir para dignificar un medio de gran penetración, y convertirlo de una buena vez, en una alternativa atractiva de información, entretenimiento (sin contar los programas deportivos que abundan y que hablan más de fútbol que de otros deportes), sin tener que competir con ese criterio y urgencia del “minuto a minuto” que padece la televisión. Ni con las múltiples plataformas mediáticas audiovisuales. Ni pensar si la radio tuviera que llegar a lograr una calidad de sonido digital (DAB) igual que un CD (como el HD en imagen), muchas AMs tendrían que reconvertirse o desaparecer. Para que no se pierda esa magia, esa imaginación, ese sugerente ida y vuelta del teatro de la mente, hay que sustituir los replays por espacios en vivo (sobreviven muy pocos en relación a cantidad de emisoras) con conductores y locutores, como sucedió siempre sin ir más lejos del otro lado del charco. 

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