Algunos comentaron en las redes sociales que los premios
Iris fueron como los Martin Fierro de acá. Tienen un común denominador:
reconocer a los artistas nacionales en varias disciplinas, por sus trabajos del
año anterior. Ambos generan polémicas
antes y después. Pero la entrega de los Iris es realizada por una
revista, Sábado Show, del diario El País. Parte del jurado está integrado por
sus periodistas especializados. Los de la otra orilla en cambio son elegidos
por sus propios pares afiliados a APTRA que tienen a su vez gran repercusión
posterior, porque reditúan económicamente en los cachés de los premiados para futuros
trabajos en tv, cine y radio. La puesta en escena fue tan espectacular y
extensa para los televidentes como los Martin. Sin embargo los Iris no tuvo
nada que envidiarle al evento del otro lado del charco. Este año además se
transmitieron por cuatro canales abiertos, un hecho insólito en nuestro medio,
hasta ahora.
Es la única oportunidad donde se encentran artistas de
todos los palos: figuras de la tele, actores, músicos, relatores de fútbol,
comunicadores. Fueron también modelos, mediáticos, estrellas argentas y rr.pps.
Hubo glamur. Porque existe farándula vernácula a la uruguasha, por más que
algunos lo nieguen. Y fue gente de radio que es lo que más nos importa. Los
nominados y otras voces del dial. La gente de radio merece tener su
reconocimiento. Por más que no existan revelaciones como en el rubro televisión.
Ni categorías que involucren otros estilos de programas. Ni haya ternas a los
mejores informativistas. Ni a los locutores quienes son los que identifican y aportan
la identidad a cada emisora.
AND THE WINNERS fueron: “Las cosas en su sitio” (690 AM),
de Ignacio Álvarez, mejor Programa periodístico. Con un formato infotainment
donde mezclan información, entrevistas e informes con gran dosis de humor (Gustaf-Keoroglian), al
mejor estilo de las AMs porteñas, en contraposición a los periodísticos tradicionales. Compitió con “En perspectiva” y “No toquen nada”, que cuenta con un espacio
de humor, el de Darwin Desbocatti (Carlos Tanco), quien fue galardonado como el
Personaje 2012 (nueva categoría) que ya tenía gran hinchada hace años al aire.
Es de esperar que no haya predominado el rating sobre las cualidades de “Las
cosas en su sitio”, Darwin y en el rubro Humorístico, donde el Lic. Petinatti
se llevó la estatuilla por sus “Malos pensamientos”, en su etapa por Azul FM. Los
tres lideran las mediciones de audiencia en sus respectivos horarios, géneros y
frecuencias.
El Iris al mejor conductor quedó en manos de Gustavo Rey,
que lleva la radio en sus venas hace décadas. Con gran creatividad y espíritu lúdico
en sus propuestas de “Abrepalabra” (Océano), acompañado por la dupla Anastasiadis-Fabregat, mas columnistas. A nuestro entender, Rey es el mejor entrevistador radial, por
su forma distendida e intimista para crear climas y profundizar en la
personalidad de sus entrevistados.
La dupla de mejor Relator-Comentarista recayó
merecidamente sobre Álvaro González Márquez-Ricardo Piñeyrúa, quienes están al
frente del equipo deportivo de “13 a 0” (810 AM). No ocupan el podio de los
binomios más famosos por tener pantalla, pero cuentan con una audiencia muy fuerte
y fiel. Un relato tan descontracturado como apasionado, y los comentarios sin
aires catedráticos, mesurado, analítico, en un tono coloquial del Profe Piñeyrúa.
Por su parte, el comentarista Federico Buysan tuvo su
reconocimiento como mejor Programa Deportivo, “100% futbol” (Sport), quien está
al frente de un numeroso equipo que intercambian opiniones, entrevistan y,
sobre todo, interactúan con los oyentes. El integrante de “Verano perfecto” (Canal
12) es a su vez comentarista de básquetbol en las transmisiones de la 890.
Como mencionamos en una entrega previa a la ceremonia,
se hizo merecida justicia al homenajear la memoria de Clarita Berenbau, que
falleció este año de cáncer de mama, lucha sobre la cual escribió su libro “Vivir
con él”. Una entrañable comunicadora que derrochó energía, vitalidad,
iluminando con su sonrisa y alegría las tardes en “Viva la tarde”, como en la
entrega de los Iris donde fuera distinguida en dos ocasiones por ser la más
elegante de la fiesta. Sin duda fue el aplauso y recuerdo más doloroso de la
noche.
Apagadas las luces, las pantallas led, el bullicio por
los festejos de los premiados, la emoción memorable cuando Sánchez Padilla
recibió el Iris a su extensa trayectoria por “Estadio Uno” (los amantes de la
radio recordamos a Ruben Castillo, por ejemplo, quien también creó durante años un estilo de
hacer radio), queda el reconocimiento a la gente que trabaja en el teatro de la
imaginación. Los premios dejaron muchos aciertos y las ausencias de categorías, ternas
y programas, que darán tela para cortar en futuras entregas. en la previa del
día de los Martin Fierro a la radio.
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